Los guisantes son pequeños tesoros escondidos en sus vainas. Esta legumbre, que forma parte de la dieta humana desde hace casi 10000 años, se expandió al mundo desde Oriente Próximo y llegó tan lejos que nos ayudó a descubrir los secretos del ADN gracias a los estudios sobre genética de Mendel.
Al principio sólo se consumían secos en forma de harina y hasta finales de la Edad Media no hay evidencias de que se comieran frescos. Desde ese momento, existen numerosas anécdotas que sitúan al guisante entre los fogones más reputados de las naciones europeas.
Y no es para menos, su reducido tamaño y su exquisito sabor lo hacen perfecto para la elaboración de toda clase de platos de verduras, pescados, mariscos o carnes y los encontramos en cremas, purés, revueltos, salteados, guisos y en nuestras tradicionales cocas.
Y el explorar nos permite sorprenderos con combinaciones tan poco usuales como deliciosas al presentarlos en nuestros bombones de chocolate blanco con almendras y guisantes
Actualmente en nuestro menú degustación los presentamos junto a un agua de menta y un cremoso de aguacate, un plato con un sabor y una textura que no deja indiferente a nadie.
¡Acércate a descubrirlo!