
Más allá del almuerzo
Como ya sabéis los que nos conocéis, nuestras principales
debilidades son los salazones y la cocina tradicional. Dos elementos a los que
nos gusta darle nuestro toque de creatividad.
Y si hay algo tradicional en nuestra tierra es el almuerzo,
comida que vive días de esplendor con la difusión que mucha gente le está dando
en redes sociales a través de #LaCulturaDelAlmuerzo
y otras etiquetas similares y que gracias a una marca de cerveza y con el apoyo
de la Federación de Empresarios Hosteleros de Valencia tienen hasta premios, el
“Cacau d’Or”.
Hemos querido sumarnos a esta corriente de elevar el
almuerzo a la categoría que se merece y evitar que desaparezca en detrimento de
nuevas modas y aportamos nuestro granito de arena de la manera que mejor
sabemos, haciendo una relectura de uno de sus productos más versátiles.
Uno de los almuerzos tradicionales de quienes trabajaban en
el campo y que sigue siendo un gran reclamo, aunque más entre los mayores, es
la sardina de bota. Esta peculiar sardina se prepara entera, sin quitarle la
cabeza ni las vísceras y se somete a un proceso de salado en salmuera y
prensado. Su curioso nombre proviene de la forma en la que eran envasadas, ya
que la bota es una unidad de medida del volumen que podían tener las barricas
circulares de madera en las que se ponen.
Pero lo más curioso de estas sardinas es la manera en la que
se preparaba para ser cocinada. Se hizo popular poner una sardina en el papel
de estraza en el que la envolvían al venderla y ponerla entre la hoja y el
marco de la puerta, por la parte de las bisagras, y se cerraba de forma parcial
para prensar la sardina. Con esto se conseguía que la piel y las escamas se
quedaran pegadas al papel facilitando su limpieza. Además, al prensar los
lomos, la espina se soltaba de la carne y era muy fácil de quitar junto con la
cabeza. Un método rápido y fácil.
La variedad de recetas con este humilde ingrediente es
abrumadora. Se puede preparar en cocas, guisos, fritas, con verduras, o con
huevos…
Un producto tan versátil y con tanto arraigo es siempre una
ocasión para innovar que no podemos dejar escapar y por eso la hemos integrado
en nuestro menú degustación. Redescubre con nosotros la sardina de bota.